De qué hablamos cuando nos referimos al régimen especial de jubilación docente
Para el actual gobierno los y las trabajadoras docentes, en su mayoría mujeres, no tienen que tener beneficios, todo lo contrario, tendrían que trabajar muchos años más.
El trabajo docente como tal conlleva un desgaste reconocido por el régimen especial que beneficia a un sector castigado por la sociedad, donde predomina una población femenina, sostén de familia. No es de extrañar que los gobiernos de derecha pongan la mira en este régimen. Queda claro que no es por su costo presupuestario sino por su perspectiva de clase. Para el actual gobierno las trabajadoras docentes, en su mayoría mujeres, no tienen que tener beneficios, todo lo contrario, tendrían que trabajar muchos años más.
En nuestro país hay 1.227.932 docentes según el último censo de 2019, según informan fuentes del Ministerio de Capital Humano se estaría desarrollando un nuevo censo nacional de docentes.
La jubilación docente en Argentina se rige por el régimen especial de la Ley 24.016, que establece requisitos de edad y servicios diferenciados para mujeres y hombres, con la posibilidad de jubilación anticipada para docentes con un mínimo de 10 años de trabajo frente a alumnos. Los requisitos específicos son: 57 años de edad y 25 años de servicios para mujeres y 60 años de edad y 25 años de servicios para hombres, de los cuales 10 años deben haber sido al frente de alumnos.
Si bien la Ley es de 1991, su aplicación se vio afectada por la creación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) (Ley 24.241) por lo tanto los docentes se jubilaban en las mismas condiciones que cualquier trabajador del país. El presidente Nestor Kirchner y su ministro de Educación Daniel Filmus que tenían un excelente diálogo con la CTERA fueron artífices de la restitución de la Ley a partir del 1 de mayo de 2005 mediante el Decreto 137/05, creando el "Suplemento Régimen Especial para Docentes" y estableciendo las pautas operativas para la ANSES.
Foto: Karina D'Alessandro
Un dato importante, este régimen especial es en promedio salarial más bajo que el resto de los regímenes como el de la justicia o el de servicio exterior, que triplican o cuadruplican el salario promedio de la docente jubilada. (Cuadro 1).
La reforma previsional que va a llevar al Congreso el gobierno de Javier Milei seguramente atacará a los docentes y su régimen especial que fue conquistado por la lucha de los trabajadores organizados y beneficia a hogares sostenidos mayoritariamente por mujeres. Esta disputa va más allá del congreso y sus diputados, es una disputa de clase donde los sectores dominantes intentarán arrebatar un derecho que aunque no es del todo suficiente es una conquista del movimiento docente.
Según el informe de Estadísticas de la Seguridad social del ANSES, del primer trimestre , a marzo 2025, del total de beneficios contributivos 7.221.347 correspondían al Régimen General, mientras que 256.561 son prestaciones correspondientes a regímenes especiales. Es decir, que estos últimos representan solamente un 3,4% del total de los beneficios contributivos. De este pequeño universo el 75% pertenecen al régimen docente, en total son 191.176 docentes y si desagregamos por sexo 155.917 son mujeres y 35.255 son hombres. (Cuadro 2)
La derecha en su afán privatizador lo intentó con la creación de las AFJP. El gobierno de Nestor y Cristina ampliaron la base de jubilados con moratorias y entendiendo que la cobertura casi total del régimen previsional de los adultos mayores mejoraría las condiciones de vida de los mismos.
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