En una medida sin precedentes, el gobierno de Donald Trump anunció este el jueves la revocación de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) de la Universidad de Harvard, impidiendo que la institución, la más antigua y una de las más prestigiosas de Estados Unidos, pueda inscribir nuevos estudiantes extranjeros a partir del ciclo académico 2025-2026.
Además, los cerca de 6.800 alumnos internacionales actualmente matriculados, que representan el 27% del total del alumnado, deberán transferirse a otras universidades o arriesgarse a perder su estatus migratorio legal en el paÃs.
La información que circula en medios periodÃsticos indica que hay 58 argentinos y que podrÃan ver afectada su situación. Se trata de 34 estudiantes de “college” y maestrÃas y 24 “scholars”, como se llama a los investigadores que residen por algún perÃodo en Harvard.
La decisión, comunicada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, marca una escalada en el enfrentamiento entre la administración Trump y Harvard, en un contexto de acusaciones de antisemitismo y supuestos vÃnculos con el Partido Comunista Chino.
La decisión fue comunicada a través de una carta firmada por Noem, quien afirmó que la medida debe hacerse “efectiva de inmediato” y que responde a la negativa de Harvard de cumplir con las solicitudes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para entregar registros detallados de sus estudiantes extranjeros.
Según Noem, la universidad creó “un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan fÃsicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judÃos”. Además, acusó a Harvard de actuar en connivencia con el Partido Comunista Chino, que habrÃa “albergado y entrenado a miembros de un grupo paramilitar chino en 2024”.
Afecta directamente a los 6.763 estudiantes internacionales matriculados en Harvard durante el año académico 2024-2025, provenientes de más de 140 paÃses.
La medida afecta directamente a los 6.763 estudiantes internacionales matriculados en Harvard durante el año académico 2024-2025, provenientes de más de 140 paÃses, la mayorÃa en programas de posgrado.
Estos estudiantes, que pagan matrÃculas significativamente más altas que los locales (hasta 87.000 dólares al año, incluyendo alojamiento), representan una fuente crucial de ingresos para la universidad, cuyo patrimonio asciende a 53.200 millones de dólares en 2024. Los alumnos que finalicen sus estudios este semestre podrán graduarse, pero aquellos que aún no hayan completado sus programas deberán buscar otra institución para continuar sus estudios o enfrentar la deportación.
Alrededor de 700 argentinos pasaron por la aulas de Harvard, entre ellos los economistas Federico Sturzenegger y Domingo Cavallo. Algunos de esos ex estudiantes argentinos forman parte del Harvard Club Argentina.
La respuesta de Harvard
Harvard reaccionó rápidamente, calificando la medida como “ilegal” y una “represalia” contra su resistencia a las demandas ideológicas de la administración Trump. En un comunicado, la universidad afirmó: “Estamos plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard de acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 paÃses y enriquecen a la universidad —y a esta nación— enormemente”.
El presidente de Harvard, Alan Garber, anunció que la institución presentará una demanda en un tribunal federal de Boston, argumentando que la medida es una “violación evidente” de la Constitución de Estados Unidos y otras leyes federales, con un “efecto inmediato y devastador” sobre la universidad y sus más de 7.000 estudiantes con visas. También se solicitará una orden de restricción temporal para bloquear la implementación de la acción administrativa.
Harvard enfrentó al gobierno en abril, cuando lo demandó por congelar fondos federales y por los intentos de imponer cambios en su plan de estudios, polÃticas de admisión y prácticas de contratación.
Harvard ya habÃa enfrentado al gobierno en abril, cuando demandó a la administración por congelar fondos federales y por los intentos de imponer cambios en su plan de estudios, polÃticas de admisión y prácticas de contratación. La universidad sostiene que cumplió con los requisitos legales al proporcionar información sobre sus estudiantes extranjeros, pero se negó a entregar datos adicionales que considera protegidos por la ley, como registros disciplinarios o grabaciones de protestas en el campus.
El impacto en la comunidad académica
La decisión generó alarma entre los 1,1 millones de estudiantes internacionales en EE.UU., particularmente los provenientes de India y China, quienes representan una fuente significativa de ingresos para las universidades estadounidenses.
Harvard tiene 72 horas desde el anuncio para cumplir con las demandas, que incluyen entregar registros disciplinarios de estudiantes extranjeros de los últimos cinco años y grabaciones de actividades “ilegales” o “peligrosas” en el campus. De no hacerlo, la prohibición se mantendrá, a menos que un tribunal intervenga. La universidad ya está trabajando en proporcionar orientación a los estudiantes afectados, muchos de los cuales enfrentan incertidumbre sobre su futuro académico.