AlegrÃa, emoción y mucho baile se combinan en el espectáculo que presentan durante las vacaciones de invierno los integrantes de Canticuénticos en el teatro El Nacional, ubicado en Av. Corrientes 960 de la ciudad de Buenos Aires.
Con más de 17 años sobre los escenarios de Argentina, América Latina y España, la banda alterna ritmos folklóricos con letras que expresan ideas profundas que se hacen carne en los más chicos y son disfrutadas por los más grandes.
AsÃ, el entretenimiento se funde con aprendizajes sobre la fauna, la alimentación saludable, la educación sexual, la defensa de la educación pública y la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Además de transmitir el compromiso con los derechos de las infancias, las canciones de Canticuénticos entretienen a su público y lo familiarizan con los diferentes ritmos de la música popular argentina y latinoamericana.
Se trata de un show que llega a un auditorio particularmente amplio y eso se expresa en la alegrÃa que reina en la sala mientras grandes y chicos se sacuden felices.
Letras sutiles y ritmos que invitan a moverse y a celebrar el juego y el encuentro son la constante del espectáculo que brindan Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Laura Ibáñez (voz), Cintia Bertolino (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, cuatro y coros), Nahuel Ramayo (baterÃa, percusión y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografÃa y video). También forman parte del equipo Javier Escandell (sonido), DarÃo Zini (asistencia de escenario, aerófonos y percusión) y RocÃo SolÃs (voz invitada).
Las enseñanzas se repiten en cada letra. Quiero para MÃ, es una chacarera que celebra los deseos personales, pero que enseña que el disfrute mayor siempre es colectivo y Si viene de la tierra es un llamado de atención para no caer en la tentación del consumo de ultraprocesados “disfrazados de alimento”.
“Voy a la escuela, responde el pibe cuando se cruza con cada uno de los vecinos que lo ve pasar “con la sonrisa de oreja a oreja”. Con una letra simple, el grupo reivindica el derecho de niñas y niños a acceder a la educación “con la esperanza como bandera”. Asà se expresa en la letra de ¿Cómo le va Juanito?, un chamamé que emociona.
El espectáculo tiene todos los condimentos y en las butacas se vive una baterÃa de sensaciones. Se baila con El Pulpo Cocinero y con El Monstruo de la Laguna, pero también se llora con Pañuelito Blanco, un huayno que rinde homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “Mi abuela tiene un pañuelito, que mucho tiempo cuidó, y a veces cuando está cansada me pide sonriendo que lo cuide yo”, dice la letra que arranca las lágrimas de los adultos que aprovechan la excusa de llevar a hijos, nietos y sobrinos para apropiarse de lo que pasa en El Nacional.
Otra de las canciones que genera un clima especial es Hay secretos, una zamba que docentes de todo el paÃs utilizan para trabajar contenidos de la Educación Sexual Integral.
El tema transmite que las infancias puedan tener la confianza suficiente para poder hablar de cuando sus derechos son vulnerados y cantarlo en un teatro porteño tiene un sabor especial. Sucede que la canción fue censurada por la gestión de Jorge Macri y retirada de las plataformas oficiales que ofrecÃan material para la ESI argumentando que se trataba de una contenido “politizado”. Gracias a las protestas de la comunidad educativa, que expuso lo absurdo del argumento oficial, el material sobrevivió a la poda ideológica que diezmó las herramientas disponibles para abordar el cuidado de los cuerpos.
Hasta el cierre del receso invernal, los santafesinos se presentan en El Nacional, a metros del Obelisco mostrando que es posible entretener y enseñar con poesÃa y respeto por el público.