Ingeniería en Petróleo: la carrera de la UBA mejor posicionada en el ranking mundial

Creada en 2015, con una convocatoria en ascenso y diversas aplicaciones clave para los tiempos actuales y futuros. Ocupa el puesto 24 del Ranking QS.

Ingeniería en Petróleo: la carrera de la UBA mejor posicionada en el ranking mundial
Estudiantes de la UBA en el Mundial de Ingeniería en Petróleo 2024, en New Orleans, EEUU.

Pese a la crisis que atraviesan las universidades públicas por el desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei, la Universidad de Buenos Aires (UBA) volvió a quedar entre las diez mejores de América Latina en la nueva edición del ranking elaborado por Quacquarelli Symonds, conocido como QS. Esa misma consultora internacional sobre calidad educativa realiza cotejos por temática y por carrera: la de Ingeniería en Petróleo de la UBA pasó del puesto 44 en 2021 al 24 en 2025, lo que la convirtió en la carrera mejor posicionada del país.

La Argentina sabe que hay petróleo en su territorio desde 1907. Fue el 13 de diciembre, cuando una máquina perforadora de suelos enviada al pueblo patagónico de Comodoro Rivadavia para la búsqueda de fuentes de agua dio con una napa petrolífera. Tal hallazgo fue el punto de partida para la explotación de hidrocarburos en el país y también para los estudios y la formación académica a su alrededor. Hoy la carrera de Ingeniería en Petróleo se dicta en universidades públicas y privadas, atravesada por la multidisciplina y el desafío ambiental, y con necesidad de crecer ante un escenario que demanda más especialistas de los que se egresan. 

En la UBA la formación de profesionales para la industria hidrocarburífera ya existía desde 1929, con la creación del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires

En el ámbito público, se dicta en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB, en Chubut), en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo, en Neuquén), en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ, en la provincia de Buenos Aires) y en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, en Mendoza). En la UBA, la carrera nació en 2015, a partir de una articulación entre las autoridades académicas y las de YPF. En esta universidad la formación de profesionales para la industria hidrocarburífera ya existía desde 1929, con la creación del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires (IGPUBA). Pero la conformación de una carrera de grado específica abocada al petróleo se dio recién hace una década.

Tras completar el Ciclo Básico Común (CBC), la primera camada de estudiantes ingresó formalmente a la carrera en 2016. Desde entonces egresaron 9 profesionales y hoy hay 250 alumnos y alumnas regulares y activos. Casi un 30%, mujeres: y este porcentaje va en aumento, con políticas para fomentarlo en todas las ingenierías. 

En los últimos cuatrimestres hubo un promedio de 20 ingresos: “Viene creciendo fuerte. Estamos tratando de lograr que quienes ingresan terminen la carrera. El objetivo es reducir esa brecha que suele existir entre los que la eligen y los que se gradúan”, dice Lucas Macias, secretario de Gestión Académica de la Facultad de Ingeniería y docente en Ingeniería en Petróleo, sobre un desafío que excede a esta disciplina.

Desafíos 
“Cualquier estudiante interesado en desarrollar su carrera profesional en el ámbito de los hidrocarburos puede elegir la carrera de Ingeniería en Petróleo. Tiene el objetivo de encontrar el recurso y extraerlo para que lo podamos utilizar para generar energía y para la producción de plásticos. Hoy, casi la totalidad de lo que usamos tiene un componente de hidrocarburos”, explica Macias sobre la esencia de la carrera.

"Hoy, casi la totalidad de lo que usamos tiene un componente de hidrocarburos.”

Una de las características de esta formación específica es que está atravesada por la multidisciplina. “Entre quienes ingresan algunos dudan si estudiar Geología o Ingeniería en Petróleo. Tenemos asignaturas de geología porque se necesitan y los ingenieros en petróleo van a trabajar codo a codo con geólogos. También con ingenieros industriales, mecánicos, eléctricos”, enumera Macias. 

Otro de los ejes que atraviesa esta formación es el ambiental. “Se ha venido trabajando fuertemente para reducir el impacto ambiental de la actividad. Cada asignatura trabaja la perspectiva ambiental y social”, apunta. “El desafío es aportar a la transición energética hacia recursos renovables. No se logra de un día para el otro y creo que Argentina está bien posicionada para aportar a nivel mundial hacia energías menos contaminantes: el gas es menos contaminante que el carbón o el petróleo crudo. Gran parte de la matriz que tenemos es gas natural y con todo el desarrollo que se está dando en Vaca Muerta vamos a poder tener gas natural y petróleo”, sostiene. 

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Universidad

La universidad pública continúa liderando a nivel nacional y regional

En el sector “el desafío a nivel nacional es lograr aumentar la producción tanto de petróleo como de gas natural y volver a exportar hidrocarburos, porque eso ayuda al desarrollo del país y a que se cubran las necesidades de generación de energía que tiene el país. Cada vez se va a requerir más energía para vivir y sostener las nuevas tecnologías. Por ejemplo, en Inteligencia Artificial, a medida que más personas la usemos va a requerir de mucha energía. Si como país podemos tenerla para desarrollar esa tecnología y para la vida cotidiana, es clave contar con el recurso de generación de esa energía”.

Etapas 
Gabriela Savioli, doctora en el área Ciencias Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, es la directora de la carrera de Ingeniería en Petróleo. En su descripción de la propuesta académica, plasmó que “los conocimientos y técnicas empleadas por lo/as ingenieros/as en petróleo proceden de casi todos los campos de la ciencia y se desarrollan constantemente debido a la incesante búsqueda de recursos y de optimización de la producción (…) La gran cantidad de fenómenos por conocer y de problemas a resolver hacen del o la ingeniero/a en petróleo un/a profesional capaz de interpretar los datos recibidos de geólogos, geofísicos, químicos y físicos, y de desarrollar métodos y optimizar procesos para el desarrollo de los yacimientos haciendo uso de todas las tecnologías que tenga a su alcance”.

"Quien egresa está en condiciones de realizar estudios de factibilidad, proyectos, cálculos, dirección, construcción, instalación, inspección, operación y mantenimiento de obras de exploración y explotación de yacimientos."

De acuerdo con su enumeración, quien egresa de esta carrera está en condiciones de realizar estudios de factibilidad, proyectos, cálculos, dirección, construcción, instalación, inspección, operación y mantenimiento de obras de exploración y explotación de yacimientos de petróleo y gas; realizar instalaciones de superficie vinculadas a la producción de hidrocarburos e instalaciones de tratamiento, transporte y almacenamiento; asesorar en estudios de relevamiento, ubicación y ponderación de yacimientos; seleccionar máquinas, aparatos e instrumentos relacionados con la actividad petrolera; realizar arbitrajes, pericias, valuaciones y tasaciones vinculadas con la especialidad.

En un primer momento la carrera constaba de once cuatrimestres que se organizaban en seis años de formación, pero a partir de las reformas de 2023 que alcanzaron a distintas disciplinas de la UBA, se estructura en nueve cuatrimestres organizados en tres etapas. “Se redujo un poco la duración en años y se incorporaron asignaturas que tienen que ver con el desarrollo de proyectos. Hay tres instancias de trabajo: inicial, intermedio y final. El estudiante lleva adelante el trabajo tratando de resolver alguna problemática y buscando solución a algún problema o caso que ofrecemos desde el cuerpo docente”, describe Macias a Educación Debate. Y señala que la etapa intermedia está muy vinculada a la sostenibilidad y la final consiste en un proyecto integrador. Puede realizarse en el formato de un trabajo profesional o una tesis. 

“Hay mucha más demanda que los egresados que tenemos. Hay mucha necesidad de ingenieros en petróleo.”

La salida laboral obviamente está ligada a la industria de los hidrocarburos pero el abanico es amplio: “En empresas operadoras que tienen la misión se sacar y comercializar el recurso del subsuelo, en empresas que dan servicios a esas operadoras, en organismos estatales o empresas mixtas, en el área de investigación”, enumera Macias. “Hay mucha más demanda que los egresados que tenemos. Hay mucha necesidad de ingenieros en petróleo”.

Contexto 
Pese al buen posicionamiento en rankings y al crecimiento de la matrícula, la carrera de Ingeniería en Petróleo no escapa a la crisis del sector universitario por el desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei. “La situación está muy complicada. Es muy difícil poder sostener calidad en enseñanza e investigación por la situación salarial. Estamos perdiendo algunos investigadores. Cuesta mucho construir y consolidar un grupo de investigación. Algo que se pierde de un mes a otro, porque renuncia alguien de dedicación exclusiva, después lleva mucho tiempo para volver a generar esa línea de investigación”, lamenta el secretario de Gestión Académica.

En medio de la crisis y los reclamos de docentes, no-docentes y estudiantes, el subsecretario de Políticas Universitarias designado por el actual gobierno, Alejandro Álvarez, abrió un nuevo frente de polémica al cuestionar la validez de los rankings que reconocen el prestigio de la UBA en general y de carreras como Ingeniería en Petróleo en particular. Lo hizo en una entrevista con el canal TN, donde sembró dudas en torno al ranking QS: “Esos rankings se compran, son empresas que se dedican a ranquearte. Si no pagás, no figuras. Me gustaría saber cuánto gasta la UBA en esos rankings”, dijo.

La consultora británica QS salió a responderle: “Absolutamente no. Llevamos 35 años en este negocio, con el fundador aún al frente. Y no se puede sostener un negocio 35 años sin integridad. Para nosotros la integridad no es solo una elección moral: tiene sentido empresarial. Si no fuéramos íntegros, estaríamos fuera del negocio”, dijo a Clarín Leigh Kamolins, director de Análisis y Evaluación de QS. Y agregó: “Nuestros analistas están supervisados por un consejo asesor independiente de representantes de universidades de todo el mundo. Esa información está disponible de forma transparente en nuestro sitio web”.