Foto: municipio de Moreno
El programa de alfabetización Moreno Lee y Escribe atraviesa su segundo año después de una experiencia exitosa que logró convocar a la comunidad en todo sentido: a los niños y niñas en proceso de aprendizaje para mejorar, corregir y encarilar su lectura y escritura, y a la propia población que se involucró en el proyecto y sigue siendo parte sustancial de su funcionamiento.
El plan de acompañamiento a la alfabetización inicial, como se define, está “destinado a niñas y niños de 4to, 5to y 6to año de la escuela primaria que necesiten reforzar la lectura y escritura”, explica el municipio.
Está presente en 104 centros de las ocho localidades de Moreno. Desde su inicio, en junio de 2024, concurrieron más de 1000 chicos. Con el apoyo técnico de dos universidades, consta de un equipo de 30 formadores y a lo largo de su despliegue llegaron a participar más de 1000 alfabetizadores provenientes de los más variados sectores de la comunidad.
El punto de partida del proyecto fueron los indicadores que se registraban en Moreno en este sentido, más bajos que la media provincial, producto de dos eventos impactantes y concatenados: la masacre de la escuela Nº49 "Nicolás Avellaneda" en 2018, en la que murieron en una explosión la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén RodrÃguez, y la pandemia. Ambos hechos interrumpieron el curso normal de las clases, uno a nivel local y el otro, al igual que en todo el mundo.
El plan municipal depende de la SecretarÃa de Cultura, Educación y Deporte. Lo coordina Natalia Peluso, con dirección de Silvina Mariana Sánchez y el trabajo de Silvina Gamba en la confeción del material.
"El elemento más novedoso es haber convocado a toda la población de Moreno."
La Universidad de Buenos Aires (UBA) a través de la Facultad de FilosofÃa y Letras fue la capacitadora de los formadores, y estableció las bases para la formación de los alfabetizadores, que es “el elemento más novedoso que es convocar a toda la población de Moreno, a todas aquellas personas que quieran formar parte del proceso de alfabetización de nuestros niños y niños”, explicó Maldonado. Además la Universidad Pedagógica Nacional contribuyó al desarrollo del material didáctico y de un instrumento para la evaluación del diseño y avances del plan.
En abril pasado comenzó la etapa 2025 del programa “con los nuevos niños y los anteriores, tomando ya la trayectoria de los que participaron el año pasado”, relató Maldonado. Cuenta que en los primeros tiempos del programa “llegamos a sumar alrededor de 1000 personas” como alfabetizadores, y que ahora de manera estable “serán unos 370”.
Maldonado contó que se sintió convocado a ser parte de este programa por su experiencia como docente y su formación en la ciencia polÃtica, porque se interesó “mucho en términos de polÃtica pública”.
“La respuesta comunitaria fue muy buena. Por un lado hay muchos estudiantes y docentes que se han inscripto, pero también muchas personas desde otras actividades: pediatras, panaderos, y eso funcionó muy bien”, relató.
"La cuestión pasa porque las familias identifiquen esta problemática en la alfabetización de sus hijos."
A la vez, la respuesta de la población fue igualmente muy amplia, contando con la participación y el compromiso de las familias. “La devolución de los padres fue muy positiva, muchos contentos porque su hijo ‘pasó, aprendió a leer’, lo que nos daba a entender que (el problema) tenÃa que ver más con algunos saberes previos que no estaban siendo puestos en práctica o no habÃan sido asimilados totalmente”.
“La cuestión pasa porque las familias identifiquen esta problemática en la alfabetización de sus hijos, y que cada padre vea a su niño, a su niña con sus capacidadades”, explicó.
Maldonado indica que la idea principal del programa es “la construcción de un ambiente alfabetizador para cada uno de los niños, que el lugar donde se da la alfabetización sea un lugar amable, la construcción de palabras seguras”.
Acerca del abordaje, destaca que “hay diferentes matices que uno puede encarar y hay que hacerlo individualmente. Por eso la importancia de que haya muchos alfabetizadores, que son dos o tres por centro, en algunos hay más. Y el apoyo del formador constante para atender alguna problemática en particular”.