Con una amplia trayectoria docente y en el estudio y diseño de programas educativos, Natalia Peluso pretende llevar esa experiencia a la realidad de su municipio, Ituzaingó, donde se presenta como candidata a concejal para las elecciones de el próximo domingo 7 de septiembre, encabezando la lista “Enamorate Ituzaingó”.
Como responsable de Eduación del Movimiento Evita, Peluso elaboró y coordinó un programa de alfabetización que se puso en marcha en el municipio de Moreno, que gobierna la referente de ese espacio, Mariel Fernández. El programa Moreno Lee y Escribe atraviesa su segundo año con una experiencia exitosa que logró convocar a la comunidad local en todo sentido.
Tras haber intentado disputar lugares de representación en las PASO 2023 dentro de Unión por la Patria, intento frenado por una acción judicial que impulsó el sector que conduce el exintendente Alberto Descalzo, se tomó la decisión de presentar una lista corta de candidatos y candidatas al Concejo Deliberante desde un partido vecinal, con la propuesta de corte de boleta para acompañar al candidato a senador provincial de Fuerza Patria por la 1ra sección electoral, Gabriel Katopodis.
Además de ser tu especialidad, la Educación es el tema central de tu campaña en la que planteás que existe una crisis importante.
La crisis existe y en este gobierno de Javier Milei se profundiza cada vez más con recortes de distinto tipo. A los docentes nos sacaron el FONID, que era un complemento importante para nuestro salario. La falta de obra pública sin construcción de escuelas desde el Gobierno nacional o pisar la paritaria docente son acciones que tienen consecuencias en la vida cotidiana de los municipios.
"Estamos pidiendo que el presupuesto del Fondo Educativo se use para políticas que acompañen las trayectorias educativas de los chicos y las chicas de Ituzaingó."
¿Qué proponés localmente ante estas políticas nacionales que repercuten en los distritos?
Nosotros venimos proponiendo en esta campaña dos cuestiones fundamentales. La primera es que el Fondo Educativo que recibe, en este caso, el municipio de Ituzaingó, pero que reciben todos los municipios de la provincia de Buenos Aires, sea utilizado íntegramente para políticas educativas. Ese dinero muchas veces se usa para pagar salarios, porque no alcanza la plata de los municipios, hasta para diseñar políticas de otro orden que no son educativas. Entonces, lo que estamos pidiendo es que ese presupuesto se use para políticas que acompañen las trayectorias educativas de los chicos y las chicas de Ituzaingó. Por otro lado, que el presupuesto que recibe el Consejo Escolar se use de manera más eficiente y rápida para obras de gas y de pequeña infraestructura, que es lo que están sufriendo mucho las escuelas porque no hay ninguna política nacional que acompañe ese proceso.
¿Qué otros problemas concretos hay en Ituzaingó en materia educativa?
Ituzaingó tiene un problema enorme con un centro universitario regional que era un compromiso del Ministerio de Educación nacional. Eso se había firmado en mayo de 2023 y se frenó cuando asumió Milei. Ahora hay una disputa porque en el terreno que estaba cedido para eso se está construyendo un barrio cerrado. Tenemos que hacer una interpelación colectiva de todas las fuerzas políticas para que ese compromiso del Gobierno nacional se cumpla. Es importante que Ituzaingó pueda tener su centro universitario, que no es lo mismo que una universidad propia porque acá tenemos universidades cercanas. Sería una sede para que la Universidad Nacional de Hurlingham y la Universidad Nacional de La Matanza puedan brindar carreras. En algunos municipios, con fondos educativos se garantizan carreras universitarias, pero no es el caso de Ituzaingó.
Teniendo en cuenta que las políticas educativas se generan a nivel de la Provincia, y de la Nación, ¿cuánto se puede intervenir e incidir desde un Concejo Deliberante?
Se puede hacer si hay una decisión concreta de cómo aplicar el presupuesto a políticas educativas. Está el caso de Moreno que, con recursos municipales y con el fondo educativo que recibe el municipio, armó el plan de acompañamiento a la alfabetización inicial del que también soy parte. Es una política educativa municipal en un lugar con las particularidades de Moreno que tuvo dos años sin clases plenas con la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez por la explosión de la escuela cuando María Eugenia Vidal era gobernadora, más la pandemia. Es un plan que utiliza bien los recursos del estado municipal y del fondo educativo para acompañar las trayectorias educativas y garantizar la alfabetización inicial de las chicas y los chicos de Moreno.
"Cuando hay decisión política, los municipios pueden intervenir junto a las escuelas."
¿Es posible replicar el modelo?
Cuando hay decisión política, los municipios pueden intervenir junto a las escuelas. Hay que escuchar mucho a las escuelas para ver cuáles son las necesidades concretas, que seguramente no sean las mismas que de Moreno, San Isidro o Lomas de Zamora, para poder utilizar bien esos recursos.
¿Cuáles son las prioridades hoy en el caso de Ituzaingó?
En las reuniones con docentes y estudiantes surgen dos preocupaciones centrales. Por un lado el tema de la salud mental y el acompañamiento a adolescentes y jóvenes. Las escuelas secundarias están detonadas por un montón de problemáticas que trascienden lo educativo y terminan siendo los docentes, los equipos de orientación y los directivos quienes acompañan ese día a día y sin herramientas. Los equipos de orientación escolar muchas veces comparten distintas escuelas y no hay un acompañamiento adicional para estos casos que en algunas escuelas alcanzan al 20% de la matrícula.
¿Es un problema de formación, de falta de personal preparado o de presupuesto?
Creo que son distintas cuestiones. La primera tiene que ver con la formación de los docentes. Yo soy docente y seguramente me falte muchísimo para estar formada, para poder incorporar en un aula distintas problemáticas, niñas y niños con discapacidad. Eso requiere una formación específica. Hoy agregamos el problema de las obras sociales, las prepagas y los recursos ínfimos que pone el Estado nacional, lo que hace cada vez más complejo que niños y niñas puedan tener un acompañante terapéutico. Los docentes están aún más solos.
¿Cómo fue el proceso de construcción del programa en Moreno?
Cuando Mariel Fernández asumió la intendencia había un municipio detonado y con un Consejo Escolar que había sufrido una intervención fuerte en el gobierno de María Eugenia Vidal. Escuelas detonadas a un nivel que no sé si alguien que no que no pisa Moreno pudiese imaginar. En la primera gestión se priorizó la construcción de edificios educativos y aulas. Moreno era el municipio de la Provincia que tenía más aulas containers, que había sido una política del gobierno de Cambiemos. En el segundo periodo, la intendenta nos propuso pensar en un programa de acompañamiento a la alfabetización para chicos y chicas que habían llegado a cuarto, quinto, sexto año de la educación primaria sin haber tenido clases plenas por 4 años.
"La intendenta nos propuso pensar en un programa de acompañamiento para chicos y chicas que habían llegado a cuarto, quinto, sexto año de la educación primaria sin haber tenido clases plenas por 4 años."
¿Cómo se implementa?
Trabajamos con las organizaciones de la comunidad, con el sistema educativo, con el sindicato, con formadores y formadoras que venían de los territorios para armar un plan de alfabetización que funciona los sábados en 78 centros de alfabetización, que son lugares de la comunidad, en articulación con las escuelas de cada localidad. Asisten niños y niñas que están en cuarto, quinto y sexto grado, aunque pueden venir estudiantes de secundaria. Trabajamos con materiales diseñados específicamente para Moreno. Son cuadernos de alfabetización que se llaman “Mi nombre en letras” y “Moreno en letras” que retoman la historia de la ciudad y de cómo se organizó su comunidad.
¿Cómo lo pensaron desde el punto de vista metodológico?
En principio construimos un plan de alfabetización que en términos pedagógicos se acompañe con el enfoque constructivista que tiene la provincia de Buenos Aires, pero que también permitiese la integración de otros recursos. Es un plan que está estructurado encuentro por encuentro, cada sábado durante 32 semanas. Esa secuencia de cada uno de los encuentros la diseñamos junto con los formadores y los coordinadores del plan y la llevan adelante los alfabetizadores en cada una de las localidades. Nos parecía que era central que todos los actores intervinientes participen de este proceso de pensar una política pública que quede arraigada en la comunidad.
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