Nivel de lectura, libros y brecha digital en las Pruebas Aprender

Más allá de los bajos índices de lectura y comprensión de textos, el estudio revela diferencias socioeconómicas que profundizan los problemas de aprendizaje.

Nivel de lectura, libros y brecha digital en las Pruebas Aprender

Los resultados de la última prueba Aprender Alfabetización 2024 que difundió recientemente el gobierno nacional exponen un pobre desempeño escolar en materia de lectura, pero ese porcentaje que no llega siquiera al 50%, se compone de diversos factores que también son relevados en la muestra, entre ellos el acceso a la tecnología y a material bibliográfico y la ausencia de prácticas de lectura en el hogar.

Y pese a la crecientemente deteriorada relacion con los libros, la mayoría de las escuelas, sobre todo las públicas, sostienen sus bibliotecas y comparten material con los alumnos. En dos de cada tres escuelas hay biblioteca en el aula y esta proporción "es mayor en las escuelas de gestión estatal", según el informe.

Esa proporción también se sostiene cuando se habla de la frecuencia de uso de libros dentro del aula. Los porcentajes de uso de "todos los días" y "algunas veces por por semana" en escuelas estatales superan a las privadas en ambos registros: 11,3% a 7,3% en el primer ítem y 63% a 48,6% en el segundo.

Es mayor también la cantidad de alumnos de la escuela estatal que lleva los libros a su casas: el 47,5%, frente al 34,7% de la privada.

El estudio asegura que "la tendencia de los estudiantes de gestión estatal de llevarse en mayor
medida libros a sus casas podría estar relacionada con una menor disponibilidad de libros en su hogar". La afirmación se acompaña con el dato de que el 43,7% de los alumnos de la escuela privada aseguraron que en sus hogares hay más entre 21 y 100 libros (24,3) y más de 100 libros (19,4).

En cambio, ese registro cae a 23,9% en los alumos de la escuela estatal (12,6 y 11,3 respectivamente). Un dato que igualmente contrasta con la actividad de lectura. En los hogares de escuela estatal hay un porcentaje de lectura mediada, es decir, alguien que le lee al estudiante, del 39,3%, frente a un 60,8% de hogares en que "nadie de su familia lee". 

En cambio, en las casas de escuela privada, esa relación se extiende a 30%-70%. No obstante esta diferencia, el informe observay con razón, que "la lectura por parte de los padres no es generalizada". 

Ahora, estos datos se ponen más interesantes y más conjeturables -aunque hará falta un análisis de campo que pueda dar respuestas concretas- cuando se los cruza con el acceso de los chicos y chicas a la tecnología, hoy soporte principal y de primer acceso a contenidos escritos, y de cada vez mayor arraigo en ámbitos educativos de todo nivel.

Los resultados del informe indican que más de la mitad de los estudiantes de tercer grado tiene celular propio; y entre quienes no lo tienen, la mayoría utiliza el dispositivo de sus padres". Cómo es de esperar, la tendencia es más marcada en el sector privado, aunque por poca diferencia. Un 64,2% es dueño de su celular frente al 58,3% de la pública. La diferencia se extrema en la suma de quienes no tienen su propio dispositivo y/o usan el de sus padres: 41,7% en la pública tiene esta carencia frente a 35.8% de la privada.

Pero el dato de mayor contundencia y que implica la mayor reflexión y no hace otra cosa que confirmar lo que es una evidencia en cualquier ámbito, es en qué ocupan los alumnos su tiempo libre: en el podio, 90,7% dijo que mira "dibujitos, series o películas"; el 79,8% juega "al aire libre con amigos" y el 79,1% mira "videos en tiktok o reels de instagram o shorts de youtube".

Participación

Esta edición de las pruebas Aprender se realizaron el 20 de noviembre de 2024. Participaron 4.178 escuelas y 91.042 estudiantes de 3° grado. Según los realizadores, la tasa de participación fue la más alta alcanzada en Aprender: 97,4% de escuelas y el 86,9% de estudiantes.

Además, el cálculo de participación incorpora al 7,8% de estudiantes no puntuados, "para los que ediciones pasadas no brindaban información".

Para el análisis de los datos se definieron niveles de desempeño a partir de un método estadístico "siguiendo los criterios que adopta PISA desde 2000". Para ello se construyeron 6 niveles de desempeño que agrupan estudiantes con habilidad lectora similar.

Los niveles del 4 al 5 (de un total de 6 donde el primer nivel es "lector incipiente") comprenden las capacidades esperadas para niños que culminan 3er grado de la primaria, en que el nivel más alto implica que "comprende textos complejos de forma literal, inferencial y reflexiva, y establece inferencias complejas".

Esa proporción fue la que apenas alcanzó el 45% en el panorama general del país, aunque con variaciones en las distintas provincias. La que mayor nivel alcanzó fue Formosa, cuyos alumnos obtuvieron en un 63,6% el nivel esperado de lectura y el 37% de los estudiantes se ubicaron en el nivel más alto. A nivel nacional, solo un 18,7% de los alumnos lograron ese nivel.

A nivel nacional, "el 30,5% de estudiantes se encuentra muy rezagado en su desempeño lector, presentando diferencias importantes en términos de habilidad", se indica. En el resto de los niveles a nivel nacional, el 3,3% se ubicaron en el nivel “lector incipiente”; 8,3% en el nivel 1; 18,8% en el nivel 2;  24,5% en el nivel 3; 26,4% en el nivel 4 y, como ya fue dicho, 18,7% en el nivel 5.

El nivel “lector incipiente” se refiere a quienes leen palabras con apoyo de imágenes y se están iniciando en la lectura de enunciados breves, mientras que el nivel 1 corresponde a estudiantes que se están iniciando en la lectura de textos simples. 

Así, las provincias con mayor porcentaje de estudiantes que no leen textos simples son: Chaco (16,6%), Santa Fe (15,9%) y Misiones (15,2%). Las de menor proporción en esta situación son: Córdoba (6,2%), Santa Cruz (6,8%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) (7,1%). 

El análisis por sector de gestión, nivel socioeconómico, ámbito y jurisdicción muestra importantes brechas de inequidad", indica el estudio. "Las mayores brechas se concentran entre los estudiantes con mayores dificultades (lectura incipiente, niveles I y II) y aquellos que alcanzan una comprensión compleja (niveles IV y V). Los estudiantes de desempeño intermedio (nivel III) se mantienen más estables entre grupos, con porcentajes que rondan casi siempre entre el 20% y el 26%".

En cuanto a los sectores socioeconómicos, se destaca que "en las escuelas de gestión privada, solo el 4,1% de los estudiantes presenta un nivel de lectura incipiente o el nivel I. En la gestión estatal, esta proporción trepa al 12,8%, triplicando al privado".